Cuidado, flexibilidad y gestión de las prioridades son algunas de las habilidades que estas ejecutivas aseguran haber fortalecido y que hoy emplean con sus equipos.
Ser madre y profesional puede ser retador, pero también una dinámica muy enriquecedora. En el marco del Día de la Madre, seis CEO’s de empresas peruanas le contaron a Forbes cómo sus hijos les han enseñado a potenciar su liderazgo y a ser mejores personas.
Un liderazgo sensible y sin miedo al fracaso
Sensibilidad y paciencia. La maternidad le ha regalado estas dos virtudes a su carrera profesional, confiesa Marisol Súarez, presidenta y CEO de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). La primera la ha ayudado a reconocer las necesidades y emociones de su equipo y la segunda a liderar. Además, ha aprendido a dirigir con más pasión y compromiso. “De esta manera tu equipo se involucra con la visión”, enfatiza.
«La maternidad te da una mayor sensibilidad para reconocer las necesidades y emociones de tu equipo. También desarrolla la paciencia, porque uno tiene que aprender a guiar por el mejor camino a sus hijos para que consigan el éxito, y como líderes nos toca hacer lo mismo. En algunas ocasiones no estarán de acuerdo con nosotros, pero debemos entender sus puntos de vista, ayudarles a que abran su mente, y a que tomen las decisiones acertadas. El líder debe trazar un camino y hacer que lo recorran.
Cuando uno ama, es capaz de hacer muchísimas cosas por los hijos. Ser mamá me enseñó que el amor, la pasión y el compromiso, son elementos clave que debemos tener en cuenta también en nuestras relaciones profesionales, porque de esta manera tu equipo se involucra con la visión, dándolo todo. A veces hay que dejar que los hijos se equivoquen, sobre todo cuando uno ya ha vivido esas experiencias. En el trabajo, cuando alguien está obstinado con un camino que no es el adecuado, a veces tienes que dejar que recorra su propio camino para que tenga un aprendizaje significativo y edificativo.
Cada hijo es diferente, cada uno tiene una motivación diferente, un estilo y características propias. Con tu equipo de trabajo también encontrarás personalidades diferentes, y uno tiene que saber liderar los diferentes estilos, motivarlos, acercarse a ellos y potenciarlos para que sean mejores cada día. Una mamá ejecutiva tiene que ser flexible, saber mirar con los ojos del otro, y tener siempre un plan B bajo el brazo, por si surgieran imprevistos.»
Y eso no es todo. La exdirectora general de Yanbal México ha sabido aprovechar la habilidad para captar las motivaciones y estilos de sus hijos en sus colegas. “Una mamá ejecutiva tiene que ser flexible y saber mirar con los ojos del otro”, asegura.
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