Charles Darwin, en su libro “El origen de las especies”, afirma que no sobreviven las especies más fuertes ni las más inteligentes, solo las especies que se adaptan al cambio. Si trasladamos esta frase al terreno de las organizaciones creo que para una gestión exitosa no basta solo la supervivencia, hace falta ir más allá y encontrar el mejor camino a seguir, teniendo como foco las necesidades de las personas. Necesidades que encuentran en la transformación digital de las organizaciones, una manera más práctica, moderna y útil de resolver sus problemas, satisfacer sus necesidades, y las nuevas que se van creando para generar vínculos a largo plazo.
Stephanie Woerner, en una entrevista a Knowledge Wharton sobre su libro ¿What’s Your Digital Business Model? Six Questions to Help You Build the Next Generation Enterprise, afirma que, “cultura es una palabra que describe lo que tiene que suceder dentro de las empresas, encontrando nuevas formas de trabajar y teniendo en cuenta las evidencias al tomar decisiones”. Hace 6 años, cuando en el Perú recién se empezaban a tocar estos temas de transformación digital, en la UPC sabíamos que teníamos que fortalecernos internamente para consolidar nuestra propuesta digital hacia fuera, con un modelo educativo distinto que permita, a través de una experiencia digital, formar a profesionales ágiles para el entorno en el que se iban a desenvolver. Hablar de transformación digital es hablar de transformar nuestra cultura y la manera de comunicarnos.
La mayoría de empresarios piensan que transformación digital se trata solo de obtener lo último en tecnología o conseguir digitalizar lo procesos, sin embargo, eso no es más que una mejora continua de los servicios o crear nuevos canales. Transformación digital es pensar en cuál va a ser la estrategia del negocio y quiénes van a ser los jugadores con los que se conseguirá el liderazgo de la industria. Es pensar en cómo van a interactuar los clientes y cómo se van a modificar sus hábitos de consumo para entender qué es lo que se debe “transformar”. En otras palabras, es entender con las nuevas tecnología aquello que necesitas para trazar el camino.
La UPC entendió cómo iba a ser la educación del presente y qué se va a necesitar en 15 años. En función a eso es que hemos venido promoviendo una serie de proyectos e iniciativas. Creemos que la educación tiene que ser más accesible, y tiene que ser personalizada en tiempos, hábitos de consumo, formatos, lugares, etc. Hemos creado todo un ecosistema para co-crear el futuro de la educación junto a los jóvenes. Es nuestra principal preocupación educarlos, formarlos en pensar y entender cómo va a ser el futuro para que se anticipen a los cambios y sepan cómo implementar la innovación en todos los niveles. Si es que ellos no son capaces de cuestionarse y tampoco participan en transformaciones reales, es decir, si no viven en carne propia la experiencia, difícilmente se encontrarán preparados para hacerlo cuando dejen las aulas.
Hoy, a través de nuestro open innovation strategy, somos pioneros en desarrollar nuestro iLab, el primer laboratorio corporativo de innovación que desarrolla una universidad en el Perú. Nos sentimos orgullosos de impulsar este proceso de cambio que incorpora un ecosistema de innovación completo para todos los frentes, que cuenta además con su propia dirección y presupuesto. A través de este ecosistema, desarrollamos periódicamente eventos como los innovation challenge y hackathons, donde los participantes proponen ideas y desarrollan innovaciones disruptivas relacionadas a una temática sugerida por nuestro comité, por ejemplo: Smart city, Smart campus, movilidad sostenible, Blockchain, etc.
Por otro lado, contamos con nuestra incubadora de negocios StartUPC, con la que hemos conseguido ser una de las seis incubadoras acreditadas por Startup Perú, para su programa de softlanding Startup Perú Plug, lo cual nos permite recibir a incubadoras de todo el mundo. Dentro de StartUPC, manejamos diferentes portafolios de proyectos que se dividen en tres importantes ejes: innovación empresarial, innovación social e investigación aplicada. De esta manera, nos aseguramos de que todos los proyectos obtengan el mejor acompañamiento estratégico según su naturaleza.
Estamos próximos a inaugurar nuestro primer Fab Lab en el campus Monterrico, con tecnología de última generación, aplicada al desarrollo de emprendimientos y proyectos de diversa índole, como equipos de impresión y modelado en 3D, corte láser, CNC, electrónica y robótica, a disposición de nuestros docentes y estudiantes. En él, los alumnos pueden realizar prototipos y objetos a escala personal, estampados en telas, corte de piezas, etc. La tecnología es, sin lugar a dudas, un facilitador del proceso de aprendizaje y catalizador para las industrias.
En el transcurso de estos años hemos venido implementando la digitalización del entorno de aprendizaje. Gracias a estos cambios, los alumnos y docentes acceden a la nube desde cualquier dispositivo para descargar material académico, compartir contenidos donde se encuentren, e implementamos la plataforma Blackboard, nuestra aula virtual, donde el profesor almacena el material de clases, utiliza los foros de discusión con los alumnos, y lleva a cabo sesiones de trabajo, entre otras funciones online. Asimismo, para fortalecer las relaciones y fomentar la integración entre estudiantes, profesores y personal administrativo, pusimos en funcionamiento la red social de trabajo Workplace, by Facebook, siendo la primera universidad en el mundo en hacerlo. Este entorno colaborativo es como nuestra misma cuenta de Facebook, pero interno, donde todos nos comunicamos, compartimos contenidos y pertenecemos a grupos de trabajo con afinidades en común. Con ello nos aseguramos en ir dejando de lado tecnologías obsoletas como el correo electrónico.
Todos estos cambios e iniciativas que describo se traducen en lo que menciona Stephanie Woerner en otro extracto de su entrevista con Knowledge Wharton: “El liderazgo tiene que cambiar porque no puede ir con la intuición. Ser un ecosistema es realmente muy difícil. Tienes que tener una plataforma. Tienes que tener a la gente. Tienes que tener a las asociaciones en su lugar. Tienes que saber mucho sobre tus clientes”.
Creo que ayuda una cultura que te permite la prueba y el error, donde exista mucho trabajo en equipos multifuncionales y que sea horizontal. Una cultura que realmente le dé importancia a la innovación y a la transformación digital, dotándola de recursos e impulsándola, entendiendo mucho qué es lo que las nuevas tecnologías van a poder hacer o permitir para que puedas cuestionarte cómo se consumen tus productos o servicios. ¿Cómo se va a consumir? ¿Existirán barreras? ¿Desde dónde? Son algunas preguntas que si logramos entenderlas, podremos tener una mejor idea de cómo será el futuro.
Así es como la UPC ha venido liderando estos años, a nivel educativo y organizacional, el proceso de transformación digital, siendo conscientes que si no empezamos a crear una experiencia viva para nuestros colaboradores y profesores, difícilmente lograremos trasladarla a nuestros alumnos, menos aún, ellos podrán ponerlas en práctica en la cancha. Estas decisiones, finalmente, garantizan la sostenibilidad de nuestros procesos en la materia, y nos posiciona como una institución de vanguardia que se exige a sí misma en favor de la transformación del Perú.
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