El mundo evoluciona a una velocidad vertiginosa, cambiando y adaptándose a las necesidades actuales. El sector educativo no es ajeno a estos cambios, los profesionales son quienes más contacto tienen con esta realidad.
Antes uno terminaba la universidad y pensaba hacer su maestría luego de tres o cinco años. Hoy, esto ya cambió, quienes recién egresan no esperan más de uno a dos años para empezar la maestría. El mundo laboral exige también de los profesionales un grado de maestría para seguir avanzando en la carrera profesional. Sin embargo, ahí no acaba la educación. Si uno no se sigue preparando y evolucionando, se queda con conocimientos y experiencias que ya no le servirán tanto. Es por eso que ahora se han implementado una serie de cursos y programas cortos en todos los campos de actualización, desde Derecho hasta Arquitectura y también Música y Tecnología, hay para todos. La mayoría dictados en modalidad online. Nuestro ritmo de vida no admite perder el tiempo en el tráfico, por ejemplo, para ir a estudiar. Las distancias en una ciudad como la nuestra cada vez son más largas y más complicadas.
En nuestro país la educación a distancia no se ha visto mucho, y si lo hay no es tan empleada como se debería, básicamente, por la resistencia que ha habido a la educación online. Yo considero que puede haber sido porque se limita en la misma Ley Universitaria. También porque hay diferentes tipos de calidades y formas de darse; lo que ha llevado a tener un paradigma de que lo online es de menos calidad que lo presencial.
¿Cuáles son las condiciones necesarias para brindar una educación online de calidad?
En mi punto de vista: si tengo la tecnología adecuada, el dominio docente de estas tecnologías, si el curso ha sido diseñado para ser dictado a distancia y por ende cuenta con los softwares y materiales para hacerlo de manera completa online. Hay muchos cursos prácticos online que son una maravilla, y, en mi caso, gran parte de mi doctorado lo hice a distancia, con un gran nivel de exigencia, gran variedad de trabajos y casos.
Como en todo, cuando uno va a tomar una decisión debe evaluar bien. Cuando uno va a comprar un carro, ve si el modelo le gusta, pero no es todo lo que averigua, hay que ver el consumo de gasolina, costos de mantenimientos, disponibilidad de repuestos, etc. En la educación a distancia igual, uno debe analizar la curricula, los profesores, si esta se dicta de forma síncrona o asíncrona, con qué tipo de materiales se cuenta, qué aula virtual tiene, etc.
Es totalmente diferente contar con un Learning Management System (LMS), como lo es Blackboard, que simplemente hacer la clase con un sistema de video conferencia. En el LMS uno puedo tener ahí toda la información del curso, puede entregar sus trabajos y recibir sus notas, puede quedar como evidencia, puede contar con el sylabus del curso, con los videos y materiales usados, etc. En un solo lugar tiene todo lo necesario, hasta la posibilidad de interactuar con el resto de alumnos y el profesor.
Luego, el que sea asíncrona o síncrona también es diferente. Por ejemplo, muchos de los cursos cortos que existen hoy en diferentes plataformas locales o internacionales son cursos asíncronos. Es decir, que se puede visualizar el contenido del curso en cualquier hora del día como si vieras una película en Netflix. Ojo esto no es malo, pero, si lo comparamos con la educación tradicional, es como si te dieran el libro y tú solo lo lees y aprendes. El profesor no está en vivo, y tampoco encuentras otros alumnos con quienes interactuar y aprender de lo que ellos dicen o el profesor corrige. Lo que no entiendes, no podrás resolverlo en el momento con el docente. En los que son síncronos sí está el profesor en tiempo real, y el material que te asignan es para el uso básico sobre el que luego se discute y aprende. De hecho, los costos son diferentes. En uno es el costo del desarrollo y en el segundo es el costo de desarrollo más el del profesor. Al inicio muchos de los cursos online se desarrollaron asíncronos y por eso sus costos eran más bajos que los síncronos.
En el caso del docente, yo encuentro que la educación online también te da una gran ventaja, que es poder tener a profesores internacionales, lo que te da un abanico más amplio de posibilidades para aprender. Esto para un país como el nuestro que no ha sido en los años anteriores considerado como creador de grandes contenidos o conocimiento, es muy bueno para aprender al mismo tiempo de las nuevas tendencias.
Tenemos un gran reto como país, como ya lo he mencionado en anteriores artículos, sin embargo, sumado a los puntos que he desarrollado, es necesario que podamos asegurar las condiciones necesarias para que la educación online sea sostenible, empezando por una Ley Universitaria adaptada a las necesidades reales de nuestra coyuntura, con buena conectividad que favorezca la inclusión, con capacitación docente en herramientas digitales, y la inversión en la implementación institucional de plataformas de aprendizaje online.
Finalmente, quiero aprovechar esta oportunidad para invitarlos a participar de estos webinars que hemos preparado para compartir con ustedes los temas más relevantes sobre la coyuntura actual. Un espacio para conversar, aprender, compartir e intercambiar ideas con los especialistas más destacados de nuestra Escuela de Postgrado UPC. Los esperamos.
(Haz clic en la imagen para inscribirte)
Fred Aviles dice
Lamentablemente no pude asistir estos webinars, me pueden enviar los links de grabación a mi correo, .
Gracias por su atención.
Ate. Fred Aviles