Cuando hablamos sobre la aplicación de los drones en diversos sectores, rápidamente podríamos pensar cómo los drones han sido empleados con éxito en labores de búsqueda y rescate o en misiones de seguridad y defensa nacional, o cómo empresas como Amazon, han visto en los drones el desarrollo de nuevos canales de distribución. En África, por ejemplo, la startup Zipline, gracias a la iniciativa Covax, ha ayudado a distribuir más de un millón de dosis de otras variedades de vacunas para el Covid-19, productos sanguíneos y medicamentos críticos desde su lanzamiento y ha ayudado a los proveedores de atención médica a salvar miles de vidas.
¿En qué nos imaginaríamos los drones si los empleamos en el futuro de la educación?
El fin de semana estuve analizando el programa de educación K-12 de Steve Wozniak, cofounder de Apple, en la que se anunció una alianza estratégica con Draganfly, una compañía de drones reconocida por llevarlos al aula como herramientas educativas. Wozniak menciona que “tener como socio a un líder de la industria como Draganfly les dará a nuestros alumnos la oportunidad de aprender de los mejores con experiencia y conocimientos de la vida real”. Vivimos en tiempos en que el aprendizaje requiere también desarrollar nuevas habilidades tecnológicas y digitales. Los estudiantes pueden ser nativos digitales, pero eso es solo en términos de uso de tecnología, no de crearla o trabajar con ella. No nacen con un conocimiento innato de programación. Estas habilidades deben enseñarse, para ello, las herramientas de última tecnología como los drones, juegan un papel clave.
La educación con drones se adapta al nivel de los estudiantes y comienza desde el jardín. El plan de estudios que diseñó Draganfly está hecho para que cualquier profesor pueda enseñarlo de manera efectiva, asegurando que todos los estudiantes obtengan la misma experiencia de aprendizaje, independientemente del dominio tecnológico del docente. El programa se divide en cuatro niveles, comenzando con drones simplificados para observación y exploración para los grados menores, avanzando progresivamente en la secundaria, y posteriormente en la universidad, donde los estudiantes aprenden a construir, programar y pilotar sus propios drones. Para el grado 12, los estudiantes están preparados para tomar y aprobar el examen de licencia de piloto de drones, lo que les da una ventaja en una carrera profesional inmediatamente después de graduarse de la escuela secundaria. ¿Se imaginan si este programa lo implementara el MINEDU en todos los colegios del Perú? Espero sinceramente que el Gobierno entrante lo tenga en consideración, porque de esta manera enseñaríamos a los estudiantes a innovar desde pequeños, y a familiarizarse con herramientas tecnológicas de este calibre.
Uno de los principales beneficios de este tipo de educación es el valor agregado que brinda a los estudiantes en el futuro. El programa no pretende que todos los niños se conviertan en pilotos de drones, lo que hace es enseñar nuevas habilidades valiosas que pueden usar a lo largo de sus carreras, como las habilidades de pensamiento crítico y resolución de problemas, además de habilidades técnicas que serán muy enriquecedoras en cualquier carrera que elijan. También es válido que muchos de ellos terminen trabajando con drones en algún momento de sus carreras. La demanda de trabajos relacionados con drones ya es alta y seguirá creciendo.
Según Forbes, «los drones, como las computadoras e Internet, tendrán un impacto en la sociedad, pero diez veces más grande». Se predice, además, que en los próximos cinco años veremos un crecimiento exponencial en los casos de uso comercial de drones. La Association for Unmanned Vehicle Systems International proyecta más de 100.000 nuevos puestos de trabajo en aviones no tripulados para 2025.
Estos datos que les he mostrado evidencian la necesidad de brindar a los estudiantes una educación tecnológica más sólida. La exposición temprana al trabajo con tecnología preparará a los estudiantes para el éxito en el futuro. La demanda de competencia tecnológica seguirá aumentando, y los estudiantes que recibieron capacitación durante sus años escolares estarán mucho mejor preparados para ingresar a la universidad y encontrar un buen empleo recién egresados. Este panorama futuro, sin lugar a dudas, es muy retador y atractivo para cualquier joven que quiere ser exitoso. ¿Por qué no nos preocupamos desde ahora por generar las condiciones adecuadas para sumar nuevas herramientas como esta en la innovación del sistema educativo? Me encantará leer sus propuestas en los comentarios.
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